A el 73% de los ciudadanos consultados no
les importaría que las marcas dejaran de existir.
Así
de demoledores son los resultados obtenidos por MeaningFul Brands, en un estudio realizado en 23 países y en la que se han
encuestado a 134.000 personas. Para temblar.

Si bien
planteábamos que para el consumidor se estaban configurando como una opción de
compra inteligente (Value for Money)
y que su Equity era comparable con
las MF (marcas de fabricante),
posteriores estudios dan un poco más de luz los motivos de la explosión de
estas en nuestro país.
Por
un lado, España sigue siendo uno de los países con mayores diferencias de
precios entre las marcas blancas y las marcas de fabricante.
Esto
provoca que las marcas blancas sigan imparables y ya supongan un 34,1% del total de las compras hasta
abril, respecto al 32,2% del mismo
periodo que en 2012.
Aunque
los precios entre estas se van acercando cada vez más, suben los de las MDD (¿no lo intuías o notabas en la
cesta de la compra?) y las MF cada
vez más bajos.
Por
otro lado, los resultados MeaningFull
Brands, deberían de asustar a cualquier CEO que se precie. Que en
España, 7 de cada 10 (9 de 10 en
Europa) piensen que las MF sobran, no debe ser precisamente por el precio, si
no por el valor percibido respecto a estas.
Por
no ser alarmista, te diré que según el Barómetro
Grayling 2013, los productos de marca blanca que más expansión tienen
son alimentación, productos de limpieza
y cosmética e higiene personal.
Otros
como deportes, y textil mantienen el tipo y los electrodomésticos aún están
lejos de ser la primera opción las marcas blancas.
Las
marcas están perdiendo su identidad frente a los consumidores, que cada vez
encuentran menos motivos para adquirirlas.
Queremos
que las Marcas sean relevantes en
nuestra vida y nos ayuden a mejorar la calidad de la misma, que sean honestas y
cumplan sus compromisos. Poder confiar
en ellas.
Que
cuando nos sintamos identificadas con ellas, no nos genere
problemas morales. En definitiva, que aporten a la sociedad para ayudar a
mejorarla.
Si
las marcas que nos rodean no son capaces de transmitir los valores que la
sociedad espera de ellas, ni alinearse con estos, pueden seguir bajando los
precios hasta donde quieran y más allá. Seguirán distanciándose y haciéndose más
prescindibles.
A
las marcas les queda un gran trabajo por hacer, que es volver a posicionarse,
(lugar que ocupan en la mente del consumidor) en base a los nuevos valores que
la sociedad actual sigue.
Comunicarse
con los consumidores y explicarles cuál es su valor añadido y afortunadamente,
hoy existen más herramientas que nunca para poder hacer esto.
Y no
solo su valor. Mantener una coherencia entre lo que transmiten y como se
comportan en todos los sentidos, y como tratan a sus clientes. Pero de eso ya hemos
hablado en otras ocasiones y seguiremos haciéndolo.
Jack
Trout decía “Si usted no es diferente, más
vale que tenga un precio bajo, pero que muy bajo”.
Yo añadiría
que además hay que saber comunicar esa diferencia, de una manera simple y
directa.
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