En
el paradigma tradicional de las marcas, (marketing tradicional), estas
fabricaban un producto y lo colocaban en el mercado, el cual lo aceptaba o lo
rechazaba. Sin embargo, esto llevaba a la masificación del mercado de productos
y servicios muy poco diferenciados entre sí.
Según The Nielsen Company, por año
se lanzan unas 13.000 nuevas “referencias” (versiones de distintos productos,
como cambios en los envases, nuevos sabores, etc.) de las que menos del 50%
sobreviven.
Por otro lado, sólo uno de cada tres nuevos
productos lanzados sobrevive en el mercado por más de un año y pasa a ser
comprado habitualmente por los consumidores, según la agencia de marketing
Brand Value.
Ante
este panorama, algunas marcas empezaron a desarrollar estrategias para
incrementar la diferenciación y el valor añadido de su marca percibido por el
cliente.
Para
ello, estas empezaron a ofrecer a sus clientes el “hágaselo usted mismo”.
Pero,
¿en qué consiste la cocreación (creación conjunta)? Básicamente propone
incorporar al cliente en el proceso de creación de valor. Se hace partícipe a
este en el proceso productivo, responsabilizando en parte a este de su propia
satisfacción. En definitiva, si nosotros elegimos y somos partícipes de la
creación del producto que vamos a adquirir, poco podremos exigirle a la marca
si el resultado final no es de nuestro agrado.
Pero la creación conjunta (la llamaré
así ya que este es su nombre en castellano), lo que realmente busca es la plena
satisfacción del cliente, además facilitar la interacción con la marca
(Branding) incrementando la identidad del cliente con esta, le permite expresar
su creatividad y darle un espacio en la misma. Hacerla más suya en definitiva.
Un
ejemplo que nos puede servir para entender mejor este concepto es el proyecto
de Lego Factory con el lema de “Construye tu propio Camino”.
LEGO, en
su web, te invita a diseñar tu propio modelo de Lego, proporcionando un
software de diseño y la posibilidad de pedir las piezas necesarias para poder
realizarlo. En sólo un año desde su lanzamiento en Noviembre del 2004 se
consiguió un total de 1,2 millones de downloads y se lanzaron tres nuevos
productos diseñados por sus participantes.
Así, los clientes apasionados por la
marca, están dispuestos a influenciarla y compartir sus ideas y valores.
Ambas partes salen ganando y la marca se fortalece en esta relación donde el
cliente forma parte de la misma.
Es
un paso más, que nos permite tener un mayor contacto con el consumidor/cliente,
conocerlo, es el mejor marketing directo, ya que el producto se adapta
totalmente en algunos casos y en otros tiene un alto grado de adaptación. Esto
tiene mucho peso sobre todo en mercados como el estadounidense, donde el
individuo es el valor que está por encima de todo y las campañas van muy
orientadas hacia él.
Además
tiene una componente muy importante, la exclusividad sin tener que pagar por
ella un precio desorbitado que es la que nos propone los artículos de lujo.
Si
eres un observador atento, verás cómo cada vez más marcas optan por esta
estrategia.
Saludos!
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