domingo, 9 de marzo de 2014

6 segundos

Cuántas veces hemos pensado, “eso no lo tenía que haber dicho”, o “he perdido una operación al final, no sé qué le dije y…”

Hace unos días, en una conferencia de @TeresaFall, nos pregunto que si sabíamos cuanto duraba una emoción.

Fue una pregunta muy interesante, por que posiblemente la mayoría de los que estábamos en la sala, no nos la habíamos hecho nunca.

La respuesta fue muy clarificadora: “una emoción dura 6 segundos, el resto depende de ti”.

Era una reflexión como 6 segundos son capaces de arruinar un maravilloso día a cualquiera, y sobre todo de que eso era decisión propia, ya que “el efecto” de la emoción” se había diluido hacía ya mucho tiempo.

Así que una emoción dura entre 6 y 45 segundos aquellas que son especialmente intensas, aproximadamente claro. Salvo que eventualmente persista en el tiempo el estímulo emocional.

Sin entrar en el estudio de las 3 componentes de la emoción, (neurofisiológico-bioquímico, motor o conductual y cognitivo o experiencial, Lang 1968), ni todo lo que de ello se deriva, aquí hablamos de la dimensión cognitiva-experiencial.

Es importante entender que los estados de ánimo influyen en nuestro proceso cognitivo, especialmente en los relacionados con el procesamiento de la información.

Hasta hace poco se hablaba de que por cada estímulo negativo, se necesitaban 2 positivos para contrarrestar sus efectos, The British amateur who debunked the mathematics of happiness, pero actualmente se habla de, al menos, 5 emociones positivas para contrarrestar una negativa.

Eso sí, como me indicaban hace poco hablando de este tema, siempre y cuando, esta esté asumida y superada.

Cuando se habla de emociones, las cosas no son tan matemáticas, ni lineales.

Que fácil sería contrarrestar una emoción negativa con 5 o 6 o 7 positivas, y tema resuelto.

Donde quería ir a parar, es que en “6 segundos”  marcan la diferencia, como la película Un Domingo Cualquiera. Es lo que una mala emoción que podamos generarle a un cliente, a un amigo o a nuestra pareja, dura de media y puede generar una situación no deseada.

Y luego a ver como lo arreglamos, porque si es un cliente, tenemos que contar que nos dé la oportunidad de hacerlo. Tal vez no lo veamos nunca más.

Suponiendo que tengamos la capacidad para entender que le hemos ofendido y que no siempre es así, al menos por mi experiencia como cliente y como proveedor en algunas ocasiones.

Por suerte, la componente conductual de las emociones, que compone el conjunto de expresiones externas como los gestos faciales, conductas corporales o verbales, etc., nos ayudan a entender las emociones que sienten o están sintiendo la otra parte.

Y estas son prácticamente universales, aunque tengan una componente social, las básicas al menos, son universalmente reconocibles.

Así que la empatía y la capacidad de entender y detectar las señales corporales de nuestro interlocutor, nos ayudan a conocer su estado emocional, y nos previenen que tal vez el camino por el que vamos no es el más indicado y que hay que cambiar de rumbo pronto.

Mi hija de 4 años, se dedica a mirarme a la cara y a preguntarme por mis emociones, las que estoy sintiendo en ese preciso momento, ciertamente sobre todo me pregunta cuando estoy enfadado, triste o alegre (bueno, esta la suele sentir ella en primera persona).


Así que como decía Teresa Fall, la emoción dura entre 6 y 45 segundos, el resto, lo que hagas con ella, ya es asunto tuyo.

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