Hay empresas que afortunadamente le
sobran los clientes y se los tienen que sacar de encima como sea. Gocco es una
de ellas.
Mi
mujer es una persona elegante y tranquila. De esas que es raro, muy raro que
levante la voz o tenga un mal gesto.
Así
que cuando el domingo pasado la oí invocar a los dioses del averno, mientras
preparaba el desayuno, pensé que algo muy grave estaba pasando y había llegado
en forma de mail o whassapp, pues miraba incrédula al móvil, mientras giraba la
cabeza de izquierda a derecha.
Esto
era lo que la había dejado paralizada:
"Queremos agradecer tu confianza durante
este tiempo, pero como hace tiempo que no vienes vas
a dejar de recibir comunicaciones nuestras, para volver a recibirlas sólo
tienes que volver a comprar en una de nuestras tiendas
GOCCO."
GOCCO."
Un
correo de lo más “acertado”. Imagino que lo de la hora, domingo antes del
desayuno, habrá sido al azar.
¿Cómo
te pondrías tú si recibieras este correo? Perdón, a lo mejor eres de los
afortunados, porque lo primero que hice fue entrar en su fan page y verificar
que estaba pasando.
No sé
si respiré aliviado sabiendo que no éramos los únicos “proscritos” de #Gocco,
o si me lleve un enorme susto al ver que su página estaba llena de quejas por los
emails que habían mandado.
Había
muchos clientes enfadados, la mayoría prometían que no iban a volver a comprar más en Gocco. Aún sigo pensando en la de
trabajo que le dieron ese día al Community.
Lo
mejor de todo, es que muchos de esos clientes que habían recibido el amable
mail, si eran clientes habituales de la firma. Y había sido un error, un
descomunal error.
El Community se afanaba en pedir disculpas en caso de que se hubieran equivocado. ¿Y
en el caso de que realmente hubiera pasado algún tiempo desde la última compra?
Entonces sí, te habías ganado por méritos propios ser un proscrito.
Como
me contesto mi amigo @florent_santos en
mi TL de Facebook: “David, eso
no lo enmiendan ni con una campaña de branding millonaria. Así puede ser que
vuelva a comprar Rita... o ni ella.”
Aún
me sigo preguntando cual era la finalidad de los correos enviados, porque no
acabo de entenderlo, salvo que fuera la autodestrucción, algo por lo que a
algunas marcas le está dando últimamente.
Se
me vino a la cabeza otros mail que he recibido de diferentes marcas, e incluso
de Ebay. Algunas te dicen algo como “I miss you”, “vuelve pronto”, incluso
recibí uno de Zappos que me encantó, preguntándome muy amablemente cuales eran
los motivos por los que no había comprado en su página o si necesitaba algún
tipo de ayuda.
Porque
para algunas marcas, clientes son todos, los que compran mucho, poco, los que
compraran alguna vez, los que quiero que me vuelvan a comprar, los que no
compran pero me prescriben….
Y para Gocco hay una nueva categoría, el
“proscrito”. Aunque tiene sus inconvenientes, y es que en
mi caso, he pasado de cliente apóstol a cliente terrorista. Bueno, realmente,
me han pasado ellos. Y creo que no soy
el único.
No
espero que ninguno de los directivos de Gocco lean mis post, ni está entre mis
objetivos, pero acababa de escribir uno sobre la importancia de “abrazar” y mimar a tus clientes, Otaku y
recibo todo lo contrario, una buena bofetada, con los efectos que ello
conlleva.
Por
no hablar de donde queda la experiencia del cliente.
Me han
dejado muy claro cuál es su orientación hacia el cliente. Puramente
transaccional.
No
plantearse ni por un momento cuales pueden ser las causas por las cuales los
clientes no compran con la frecuencia que una empresa desea, es casi un
suicidio, sobre todo si va acompañado de una nota, en este caso de un email.
Agradecerle
a Gocco que me ha simplificado mis compras, una tienda menos que visitar,
porque eso sí, visita tocaba una cada 15 días. Y no había tallas, o se había
vendido todo según había llegado y no había reposición ni nos buscaban el producto
en otras tiendas, etc…
O
simplemente no nos encajaban sus diseños.
Ese
es el precio de sus newletters.
Por cierto, te recomiendo el post de @CelestinoMz, La marca que castigaba sin
newletter a quien no compraba, un excelente análisis del caso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario