viernes, 25 de enero de 2013

¿Por qué es tan importante el marketing relacional?

Al final, los humanos establecemos vínculos emocionales con nuestro entorno y eso no hay que olvidarlo.

Hace pocos días, mi mujer y yo estuvimos de compras en un afamado centro comercial de mi ciudad. Bueno, realmente debería decir que estuvimos intentando comprar, pero que fue imposible y salimos corriendo.

La verdad es que mi resistencia a la frustración es bastante limitada y posiblemente ello fuera la causa de que al salir de allí, le prometiera a mi mujer que no volvería nunca más (bueno, al menos en una larga temporada).

A lo que ella me contesto: “Siempre dices lo mismo, pero volvemos una y otra vez. Claro, como María te trata tan bien, al final es en la única sección en la que compras”.

¡Tenía razón!

De todos los departamentos y marcas que tienen, solo compro en esa. La marca me gusta, pero también otras tantas que tienen, y de estas nunca me llevo nada.

¿Cuál era el secreto?

Lo averigüé enseguida. Para María, lo nuestro no era una mera transacción económica. Había algo más. Igual que para mí.

Ya sabía de donde era, cuanto tiempo llevaba en la ciudad, que tenía dos hijas que eran su pasión. Donde se tomaba el café y algún otro detalle que me iba contando cada vez que nos veíamos.

A parte, me tenía puntualmente informado de las ofertas, promociones y rebajas. Me llamaba cuando mi ropa venía de vuelta del sastre, o había llegado alguna prenda, que como ya me iba conociendo, entendía que me podía gustar.

En resumen, había establecido conmigo un vínculo emocional. Y me hacía la vida muy fácil.

Así que le dije a mi mujer que María había entendido la esencia del marketing relacional y la diferencia que había entre este y el marketing transaccional.

“¿Qué es el marketing relacional?”, me preguntó.

Existen varias definiciones de lo que es el marketing relacional, pero me gusta mucho la de Manuel Alfaro: “El Marketing Relacional se basa por tanto no en la transacción sino en la implicación personal empresa hacia los clientes a través de la construcción de relaciones consistentes, duraderas y relevantes con ellos”.

Por otro lado, Morgan y Hudt (1994) se refieren a él como “todas las actividades dirigidas a establecer, desarrollar y mantener relaciones satisfactorias de intercambio”

Y finalmente, una definición más completa e integradora es la de Josep Alet de su libro “Como obtener clientes leales y rentables: Marketing Relacional”, es la siguiente: “Marketing Relacional es un proceso social y directivo de establecer y cultivar relaciones con los clientes, creando vínculos con beneficos para cada una de las partes. Incluyendo vendedores, prescriptores, distribuidores y cada uno de los interlocutores fundamentales para el mantenimiento y la explotación de la relación”

Para Gronroos, el marketing relacional, además, es una manera de diferenciarte de tus competidores, creando una ventaja competitiva difícil de superar por los competidores y sostenible en el tiempo.

Realmente, si lo piensas, es como siempre te han tratado en la tienda de tu barrio.

Como ves, no es un concepto nuevo ni revolucionario, ya que las primeras definiciones del concepto datan de primeros de los años 90.

Pero parece ser que para muchas empresas, estamos aún en el periodo antes de la II Guerra Mundial, donde el marketing transaccional, aquel consistente en colocar el producto y que se centraba en que la relación con el cliente se terminaba cuando se realizaba la venta, sigue plenamente vigente.

Esta era puramente utilitarista, y la elevada de manda de todo tipo de productos que había en aquel entonces, favorecía dicha relación empresa-cliente.

Mucho ha cambiado esta relación, por suerte para ambas partes, ya que la empresa no debe olvidar el importante papel que juega en la sociedad.

Como le decía recientemente a mi amiga Cristina, a mí lo que me parece raro, no es que muchos negocios estén cerrando, (obviamente la crisis tiene mucho que decir), si no que haya algunos que aún no lo hayan hecho.

Al final, los humanos establecemos vínculos emocionales con nuestro entorno y eso no hay que olvidarlo.

Y las empresas que tienen esta idea clara, potencian esos vínculos con sus clientes, esos lazos afectivos, son las que nunca se enteran de las crisis ni recesiones económicas, ya que no tienen “clientes”, si no fieles prescriptores, seguidores en unos casos y fans en otros.

Y es que el poder del afecto y las emociones, no tienen rival, ni podrán ser superados por la tecnología, vales de descuento, ofertas, etc.

Os recomiendo un libro, del que hablaremos otro día, que se llama “Abraza a tus clientes”, de Jack Mitchell.

Te dejo un par de vídeos, para ilustrar mejor el post y también que te hagan reír un rato.

Feliz Fin de Semana.

Y recuerda, si te ha gustado, compártelo.




 ¿Nunca has tenido esta sensación?


Marketing transaccional en estado puro.

domingo, 20 de enero de 2013

¿No puedes dejar de comprar?, no te culpes…


¿Realmente somos “responsables” de comprar y comprar? ¿No habéis notado que una especie de fuerza interna “os empuja” a hacerlo?

Estamos en pleno mes de rebajas y eso, además de ser un azote a la cartera o a las tarjetas, en ocasiones supone tensiones con nuestras parejas.

Una de las discusiones de pareja más habitual es sobre el dinero y la gestión de éste, es decir, cómo y en qué se gasta. De hecho, parece ser que es la segunda causa de discusión, solo superada por la de la familia.


Y por otro lado, estamos los hombres, con esa visión de nuestras mujeres en particular y del resto en general, como compradoras compulsivas.
 
Aunque esto no es, ni remotamente, exclusiva del sexo femenino como veremos más adelante, a los hombres parece que se nos nota menos, debido a que los objetos que nos atraen son, generalmente, mucho más caros.

¿Qué hombre no ha soñado con tener una colección de coches, relojes, barcos, etc.…?

Estos suelen estar relacionados con el poder y el ascenso en la sociedad. También al éxito sexual y reproductivo. El precio es lo que nos limita en este caso.

Pero como dice el titular, ¿realmente somos “responsables” de comprar y comprar? ¿No habéis notado que una especie de fuerza interna “os empuja” a hacerlo?




Empecemos a desvelar el secreto que hay detrás de todo esto.

La primera idea importante es que, según recientes investigaciones realizadas por expertos en neuromárketing, empleando resonancia magnética funcional (IRMf) y electroencefalogramas (EEG), el 85% de las decisiones de compra, son totalmente emocionales e irracionales.

Llegados a este punto, estarás pensando que tu meditas muy bien sobre todas tus compras, haces comparativas, estudios, te documentas e informas, incluso pides opinión.

Pues bien, es solo una manera de justificar a nivel racional, la decisión que has tomado inconscientemente a nivel emocional y que se ha producido en tu cerebro, unos milisegundos antes de que seas consciente de ella.

Del estudio de cómo puede ser que tomemos decisiones de las que ni siquiera somos conscientes y de la preponderancia de las emociones sobre la razón como consumidores, se encarga el Neuromárketing.

El Neuromárketing “utiliza métodos neurocientíficos para analizar y comprender el comportamiento humano y sus emociones en relación con el mercado y sus intercambios”, es decir, por qué compramos y cuáles son los motivos que nos llevan a elegir uno u otro producto.

Según los descubrimientos recientes, una parte del cerebro, llamada núcleo accumbens, es la responsable de que nos guste (a veces de manera adictiva) ir de compras.

Esta es la parte de tu cerebro que se enciende al ver ese bolso ideal o esos preciosos zapatos y como no hablar de la gabardina que viste en ese maravilloso escaparate, pues todo eso que tus ojos ven, hace que esta parte del cerebro genere impulsos y tú tengas que comprar para saciar ese deseo que genera el núcleo accumbens.




Pero, ¿Qué es el núcleo accumbens? y ¿por qué me “lanza” a comprar y gastar más y más?

Esta parte del cerebro es la responsable del sistema de recompensa. Está asociada con la seguridad, el alimento y el sexo.

También es responsable de las adicciones a las drogas. Por ello, en ciertos casos las compras se vuelven en una enfermedad adictiva, hablamos de los compradores compulsivos.

Cuando comemos o practicamos el sexo, se liberan en determinadas zonas cerebrales una serie de sustancias que nos causan placer, y así aprendemos que es algo positivo y volvemos a hacerlo.

El placer es anticipación y te motiva hacia la acción. El placer está en el deseo, no en el objeto. La dopamina se segrega especialmente cuando aprendemos alguna cosa nueva o nos sorprenden.

Entre las neuronas espejo que despiertan la sensación de sensualidad y belleza, y la dopamina, que le produce una especie de orgasmo ante la expectativa de la gratificación, la mente racional no tiene la menor probabilidad de interponerse.

De acuerdo, pero no siempre compramos todo lo que nos gustaría. ¿Cuáles son las barreras y como se disparan? ¿Cómo nos limita el precio?

Según los estudios del Dr. Brian Knutson de la facultad de psicología de la Universidad de Standford y su equipo, al hacer compras se activan las áreas relacionadas con la obtención del placer inmediato (núcleo accumbens).

Por suerte, cuando el precio es demasiado alto, otras partes del cerebro, relacionadas con el miedo y la pérdida (amígdala) se activan.

Si éste último rebasa la necesidad de placer inmediato, que genera el hecho de la anticipación de la compra, ésta no se lleva a cabo.

También la desconfianza en el producto (por no conocer la marca) o incluso en el dependiente (señales que nuestro cerebro percibe y que a menudo llamamos intuición), activan las alarmas y se frustra la compra.

Y finalmente, según las conclusiones de este estudio, las compras con tarjeta de crédito no son percibidas como inmediatas, así que la percepción del dolor a la pérdida por la compra es menor y aumenta la percepción del placer inmediato, es por ello que muchas veces nos es más sencillo hacer compras culposas “con el poder de la firma”.

Una buena forma de limitar el gasto es pagando en efectivo, pues nuestro sentimiento de culpa es mayor y “pugna” con el del placer. Se equilibran las fuerzas.

Por ello, esta temporada de rebajas, si quieres limitar tus gastos y no llevarte sorpresas a final de mes, paga todas tus compras en metálico. Te sorprenderás del resultado.

Y como decía al principio, tendrás menos discusiones con tu pareja. Solo por eso, ya merece la pena. ¿No crees?

viernes, 18 de enero de 2013

Squeeze Me

Hoy, mientras termino el próximo post, donde hablaremos sobre porque compramos sin parar, os dejo un video musical.

Es la canción de Diana Krall, Squeeze Me, de la que hablé en mi anterior post.

Espero que os guste tanto como a mí.

Nota: Escucha la letra  ¿piensas que se puede aplicar a la relación con nuestro cliente y viceversa?




PD: Pido disculpas a Diana Krall, pero me ha sido imposible encontrar esta canción con ella en concierto. Si alguno la teneis, hacermela llegar y la cambiamos.

Saludos!!

jueves, 10 de enero de 2013

Comunicarte con tus clientes, una estrategia de éxito

Recientemente hablaba con un directivo de una gran cadena de tiendas y me preguntaba: “Si tú fueras empresario, ¿Qué harías para mantenerte y crecer hoy en día, con los tiempos que corren?"


Oír a mis clientes, preguntarles cómo puedo formar parte de sus vidas. Preguntarles en que estoy fallando y donde piensan que puedo mejorar para crear ese vinculo que todos buscamos con nuestros clientes.

Y en última instancia, que tengo que hacer para que estos se conviertan en los embajadores de nuestra marca.

Hemos pasado de comprar en la tienda de la esquina, donde sabían nuestro nombre, vida y obra de nosotros y nuestra familia.

Donde cuando nos veían aparecer, ya sabían que producto íbamos a comprar e incluso cuales eran las novedades que nos podían encajar.

Con la expansión de los granes centros comerciales, todo esto se ha perdido. Si, es cierto que son muy cómodos, que están climatizados, tienen todo tipo de servicios, aparcamiento, guarderías y algunos hasta aparca-maridos.

Pero, si tienen tantas ventajas, ¿porque los marketinianos se están volviendo locos para conseguir, a través de campañas, en ocasiones muy ingeniosas, intentar fidelizar a los clientes?

Aparecen los CMRs, el Márketing Experiencial, el Customer Experience Management, Neuromárketing y demás disciplinas (no voy a enumerarlas todas) enfocadas a la fidelización de los clientes o a convertirlos fans de nuestra marca.

Y yo siempre planteo la misma cuestión, ¿hablas mucho con tus clientes?

Hay empresas que aseguran saber lo que quieren sus clientes mejor que ellos mismos. Realizan cambios en los productos o establecimientos, para finalmente dar marcha atrás.

Un informe de Oracle refleja que el 81% de los consumidores pagarían más por ser mejor atendidos, hasta un 5% más.

Contrasta con el 70% que dice haber abandonado una marca o empresa a raíz de una mala experiencia. Clientes que “son empujados” en brazos de la competencia.

Si además, salen numerosos informes donde aseguran que los clientes pagarían un 5% más por un mejor servicio y atención, ¿no nos estaremos dejando algo de lado?

Es obvio que vender a gran escala o con grandes volúmenes no es lo mismo que en una pequeña tienda de barrio, pero ello no debería ser motivo para perder de vista que los seres humanos somos sociales por naturaleza.

El trato y la atención recibida son los pilares fundamentales para que funcione todo lo demás.

Todos los días me cuentan anécdotas de como amigos, conocidos y empresarios, rompen sus relaciones con sus actuales proveedores por un mal servicio o atención.

El más reciente es de unos amigos, que al decidir cambiar de coche y dirigirse al concesionario de su marca favorita (BMW, era la marca del actual), se sintieron muy mal tratados y atendidos y acabaron comprando un Audi.

Lo curioso de este caso, que es representativo, es que a ellos les gusta más BMW. ¿Han perdido un cliente para siempre? Parece ser que sí. Y a su círculo de amigos también.

Les han arrojado a manos de la competencia. Mientras tanto, BMW y otras marcas, siguen con su política de descuentos y ofertas.

Mientras sigamos pensando que nuestra diferencia respecto a la competencia son los productos, los ambientes, colores y precios  o que sabemos mejor que nuestro cliente lo este que desea y espera de nosotros, seguiremos buscando la fórmula de Panoramix, (la famosa poción mágica de Asterix y Obelix) para fidelizar y en caso de no poder hacerlo, retener a nuestros clientes.

Desde mi punto de vista, actualmente, la mayor ventaja competitiva y sostenible en el tiempo, que una empresa puede tener, es su capital humano, pues todo lo demás es fácilmente imitable.

Además, las personas son fuentes generadoras de experiencias y emociones, (no siempre positivas desgraciadamente), dificiles de olvidar y que generan "enganche" con la marca.

¿No te has planteado nunca si el motivo de realizar tus compras en un determinado establecimiento es el personal que te atiende, más que del propio producto en cuestión? ¿O a la inversa?.

Los clientes consideran cada vez más factores como higiénicos, es decir, aquellos que su falta produce insatisfacción, pero que su presencia no impactan positivamente en la experiencia del cliente.

Por ello, hoy más que nunca, habla con tu cliente, involúcralo en tu negocio, pregúntale lo que piensa de ti y pídele que te ayude a mejorar.

Y por favor, como dice una canción de Diana Krall: “treat me sweet and gentle…but please don´t tease me” ("trátame dulce y suave… pero por favor no me tomes el pelo”.

Yo hace mucho que dedico parte de mi  tiempo a escuchar a mis clientes. Y tu, ¿como lo llevas? ¿Eres de los que escuchas o de los que habla?

Saludos!

miércoles, 2 de enero de 2013

2012 en imágenes

Para empezar el año os dejo un recopilatorio en imagenes, de los post de estos primeros meses de vida de mi blog.

Aprovecho para felicitaros en nuevo año y desearos que esté cargado de nuevos proyectos y éxitos, tanto profesionales como personales.

Y por supuesto, para daros las gracias a todos aquellos que habéis seguido mis artículos, tanto a través de propio blog, como de PuroMárketing y otras publicaciones donde han ido apareciendo.

Feliz 2013!!


Rituales, Supersticiones y Marcas



Algunas ideas para empezar bien el 2013









Si tu publicidad no transmite ni emociona, pasaté al Branded Content






Papá Noel salva a Coca-Coal de sus crisis de reputación (1931)












Si tu publicidad no transmite ni emocionan, pásate al Branded Content (I)











¿Cuál será la clave del éxito o fracaso de las marcas del futuro?













Satisfacer al cliente no genera fidelización; ¿Cuáles son los motivos?
































La Diferenciación: Una Estrategia de Éxito.